martes, 27 de abril de 2010

RUTA POR LOS CASTAÑOS CENTENARIOS Y LA CHORRERA DE CALABAZAS

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LOS ARBOLES SINGULARES SON EJEMPLARES O FORMACIONES DE ARBOLES QUE MERECEN SER DESTACADOS Y PROTEGIDOS, YA QUE PUEDEN CONSIDERARSE ÚNICOS POR SUS CARACTERÍSTICAS BIOMÉTRICAS, PARTICULARIDADES, O POR SU INTERÉS CULTURAL O HISTÓRICO.

Singularidad es una característica de lo singular. Por singular entendemos algo extraordinario, excelente o fuera de lo común. El sinónimo que mejor lo definiría es ÚNICO…y seres vivos únicos, son los que encontraremos en la ruta de los Castaños de Calabazas.

Partimos a las 09:00h desde la plaza de España en el pueblo de  Castañar de Ibor, nos movemos en dirección ESTE buscando la “Calleja del Pino”, pasando por algunas de las calles con más encanto del pueblo. Una vez situados en ella, vamos faldeando la sierra de Porrinas y mirando a nuestro alrededor, una majestuosa presencia nos acompañará durante buena parte trayecto…Es, el Camorro de Castañar (1151). El colorido entre  olivos y pequeñas parcelas de producción agrícola con diversidad de árboles frutales, hace aún más agradable el camino y la mañana.

La “Calleja del Pino” se une al camino de las Hontanillas a través del arroyo del Castañar, que en la margen izquierda de nuestra leve  subida, nos acompañará  hasta el collado del Postuero. Es aquí, donde podemos comenzar a apreciar un gran rebollar, que seguido de bosques frondosos de castaños para producción van arropando juntos, pequeñas parcelas impregnadas de flores como narcisos, violetas, rosas de peonía, etc… propias del momento primaveral en que nos encontramos. Definiendo así, el alto valor medio ambiental del lugar por el que nos movemos.

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   En él, podemos apreciar como si de un coso romano se tratase, las sierras y riscos colindantes, además de un importante rebollar que enclavado en sus medios, acoge especies de flora muy singulares. Todo gira entorno a una pequeña explotación de ganado caprino.

Nos encontramos en la mitad de la ruta, a partir de este momento nuestro camino se hace un poco más inaccesible debido a un entorno natural menos frecuentado por el hombre y de una naturaleza extrema. El arroyo de Castañar que nos acompañó durante la subida, deja paso a la garganta de Calabazas que nos guiará ahora, en esta otra mitad de la ruta. Será entonces cuando adquiera su máxima explosión de belleza ”La Chorrera de Calabazas”.Es una suave bajada entre pedreras que ha servido desde hace siglos para el paso entre los dos valles de ganado y agricultores, durante los primeros meses del año emigraban a las majadas más próximas para la siembra de sus cosechas (está considerada cañada Real).

Diez minutos caminado,  y podemos comenzar a apreciar el conjunto de Castaños. Como si fueran los guardianes de este paraje, se alzan erguidos con dimensiones increíbles. Su altura, ancho de tronco y copa, impresionan a cualquier viajero que los visite. Un panel informativo nos describe sus medidas, además de las especies de flora y fauna que nos podemos encontrar en el lugar. La ruta está señalizada aunque faltan la mayoría de sus hitos. Esto, podría llegar a la confusión entre caminos de los visitantes que no conocen la zona.  Desde aquí, solo 20 minutos nos separan hasta el salto de agua de La Chorrera. Durante este trayecto podemos encontrar  encinas, quejigos, enebros,robles alcornoques y varios conjuntos de Loreras (prunus lusitanica) que describen perfectamente el alto valor ecológico y medioambiental en el que nos encontramos.

FOTOS DE LA RUTA: http://picasaweb.google.com/110393225510005500505/LosCastanosCentenarioYLaChorreraDeCalabazas#

sábado, 17 de abril de 2010

LA INDUSTRIA MINERA EN EL RIO IBOR



 

LA ACTIVIDAD MINERA EN LA RIBERA DEL RIO IBOR


Para comprender mejor nuestro pasado y a las gentes que en algún momento de la historia poblaron estas tierras, es necesario observar nuestro entorno. Nosotros, a través del senderismo hemos comprendido como, cuando, donde y porque estos parajes fueron en su día fuente de ingreso y desarrollo social para sus pobladores. De esta forma hemos podido entender un poco mejor nuestro presente.

El “pozo de San Benito “ (según los lugareños) es una de las explotaciones mineras que se desarrollaron en el rio Ibor a lo largo de los siglos. Otras muchas también fueron explotadas en varios tramos de su cauce, pero esta en particular adquiere un carácter especial debido a su forma, estructura y por su estado de conservación. Observando el pozo junto con el edificio de la Herrería, nos podemos hacer una idea muy aproximada de como estas gentes encontraron una forma de vida y la fuente de ingresos para sus familias, además de ayudarnos a comprender mejor el funcionamiento de esta industria.


A modo de respiradero el pozo se presenta para la propia mina como sistema respiratorio de la misma, de forma cuadrada y de unas dimensiones aproximadas de 2x2 metros, con una longitud en vertical de unos 50 metros de profundidad, llegan hasta él varias galerías. Los principales materiales que nos podemos encontrar son la cuarcita, cuarzo, hierro y cobre. Ya en sus alrededores podemos observar betas de estos materiales, lo cual nos define que la zona en que nos encontramos, abundan todo tipo de minerales.


Esta situado en medio de un olivar y cuenta también con una gran montaña de escombro en sus inmediaciones. Esto nos hace pensar que fue el material sobrante del mismo pozo en su fase de construcción, o en otro caso también pudiera ser la salida del producto mineral mediante un sistema de polea.

Bajando a unos 50 metros sobre la ladera dirección Este, nos encontramos con la entrada a una de sus galerías, tapada casi en su totalidad por la mano del hombre, aún queda abierto un agujero de unos 50x50cm que la hace accesible. La galería de unos 1,70m x 1,50m nos permite deslizarnos durante la distancia de 70m hasta la misma caída del pozo. Durante este trayecto encontramos filones de mineral que dan sentido al conjunto. Algunos murciélagos nos acompañan durante este trayecto.


Saliendo de la galería dirección Sur-Oeste divisamos en la distancia de la cuenca del rio Ibor un edificio de forma rectangular de canto rodado y argamasa, en el que se procesaba el extracto de la materia para la separación de los residuos y la escoria.
La ladera que baja hacia la Herrería es bastante pronunciada aunque una vez que hemos llegado al camino de la Cortija, nuestro acceso será más fácil y accesible pues llega hasta ella una ramificación del mismo.

El edificio es rectangular, de unas dimensiones aproximadas de 70m de largo por 5m de ancho. Define desde un primer momento su funcionamiento, al observar que llega hasta él un canal de transferencia de agua. Entrando por su parte más alta, penetra hacia el edificio a través de una ventana en su parte superior de 50x50cm. Deducimos que ese salto de agua desde su parte más alta hacia su interior, era la fuerza que movía la maquinaria de elaboración. Alrededor del edificio, se observan restos de escoria mineral que nos hace pensar que podría haber algún edificio adyacente a modo de fundición. Son poco los datos que tenemos sobre esta explotación, con lo cual cualquiera de estas conclusiones son meras apreciaciones de lo se puede observar.


El camino de la Cortija, nos guía ahora en dirección Norte hasta la carretera de Robledollano. Antes de llegar a esta y en su margen inferior cogeremos el antiguo camino a Robledollano. Durante este trayecto que esta trazado entre olivares y huertos de producción propia, podemos encontrar toda clase de flores silvestres en la margen derecha e izquierda del mismo.Junto con toda clase de árboles frutales y ejemplares tanto de encina como de alcornoque.